También, antes de continuar dirección La Setas de Sevilla, puedes desviarte con dirección al Palacio de Dueñas, perteneciente a la Casa de Alba, donde nació el poeta Antonio Machado y en el cual alberga una gran colección de pintura, escultura y artes decorativas de entre los siglos XVI y XX. Por su valor histórico y artístico, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931. Aquí puedes encontrar toda la información para su acceso

https://www.lasduenas.es/info-al-visitante.

De vuelta al camino inicial, llegamos al destino, Las Setas de Sevilla, siendo su nombre original EL METROPOL PARASOL, ubicado en la famosa Plaza de la Encarnación, en el barrio de San Juan de la Palma. El citado monumento es una estructura de madera de moderno diseño que sobrevuela la tradicional plaza, teniendo 150 x 70 metros de longitud y una altura aproximada de 26 metros, siendo diseñado por el arquitecto alemán Jürgen Mayer, con objeto de dar vida a la citada plaza, y con acierto, ya que es el tercer monumento más visitado de la ciudad. Destacan sus 2 grandes columnas de hormigón que albergan los ascensores de acceso al mirador. Te dejamos el enlace

https://setasdesevilla.com/.

Si es por la mañana y no es domingo, estará abierto el Mercado de Abastos en el que podrás adquirir productos típicos así como comer algún aperitivo. Dejando atrás este impresionante monumento, podrás continuar dando un paseo en dirección a la Catedral de Sevilla, pero durante el mismo te recomendamos pararte en la Plaza de El Salvador, una de las plazas más agradables de Sevilla para tomarte una cerveza o un refresco. Para acceder a dicho lugar de la forma más rápida sería a través de las citadas Setas, cruzando al otro lado del Mirador, y entrando en la calle Puente y Pellón, y desembocando en la calle Córdoba, que te recibirá con un olor intenso a incienso, típico de la Semana Santa de Sevilla. Si en cambio prefieres irte de tiendas, puedes dejas atrás las Setas y continuar por la calle Imagen-Laraña-Martín Villa hasta la Plaza de la Campana, y desde ese punto podrás acceder a las calles Sierpes, Velázquez o Tetuán y disfrutar de diversas tiendas y bares.

Y ya desde estos puntos, deberás ir en dirección de La Catedral de Sevilla y la Giralda, y una de las mejores formas de llegar es a través de la calle Francos y Placentines, una vez allí disfruta de los alrededores y déjate llevar. No puedes irte sin entrar en dicho templo donde, después de admirar su fachada, deberás entrar en su interior para ver el fantástico Retablo Mayor, el Patio de los Naranjos y el sepulcro de Cristóbal Colón, para después subir a lo alto de La Giralda y disfrutar de las vistas de la ciudad, que te aseguramos, te dejarán sin palabras.

Al salir de La Catedral, debes continuar con la visita al Alcázar de Sevilla, un palacio amurallado que pasó de residencia de Califas a la de Reyes Cristianos, en el que no puedes perderte joyas como sus diferentes patios y salones, además de relajarte en sus bellos jardines.

Si no tienes más tiempo, en la calle Mateos Gago, podrás encontrar infinidad de bares donde relajarte y disfrutar de la comida típica sevillana. Uno de nuestros favoritos en la Bodega las Columnas, pero también están la Taberna Álvaro Perejil o el Bar Las Teresas.

¿Tienes tiempo para continuar recorriendo la ciudad después de comer? Pues ¡seguimos! Nos vamos al Barrio de Santa Cruz.

Durante el recorrido pasarás por lugares como la Casa de Salinas, la Calle Mesón del Moro, la antigua singagoga y ahora Iglesia de Santa María la Blanca, hasta parar en la turística calle Cruces, que tiene tres cruces de forja, llegando a la Plaza de Santa Cruz, con el popular tablao flamenco Los Gallos, para después conocer rincones repletos de encanto como el Callejón del Agua, la Calle Pimienta, la Plaza de Doña Elvira, la Calle Reinoso, el Patio de Banderas, la Plaza de los Refinadores y el Hospital de los Venerables Sacerdotes. Una buena forma de conocer mejor la historia de este popular barrio y sus principales lugares es reservar un free tour guiado.

¡Siguiente parada! ¡La Torre del Oro!, ¡ojo! cierra a las 18:45, otro de los iconos y mejores miradores de la ciudad que te recomendamos visitar, con 36 metros de altura, si no quieres entrar al menos debes verla de cerca, junto al río, te parecerá de ensueño. Y dejando atrás la citada Torre nos vamos a la Plaza de España, una impresionante plaza monumental y una de las más bonitas del mundo. Después de recorrer el interior de sus galerías porticadas y cruzar alguno de los puentes del canal, no te puedes ir de la plaza sin hacerte una foto sentado en el banco de azulejos que represente tu provincia, en el caso de que seas español, sino por supuesto ¡háztela en la de Sevilla! ¡Te llevarás un bonito recuerdo!

Y para terminar el día, si todavía te sobra tiempo, te aconsejamos cruzar el Puente de Isabel II para disfrutar del buen ambiente del barrio de Triana dando un paseo por el barrio y cenar unas buenas tapas en el Bar Triana o en la cercana Bodega Sol y Sombra, entre otros.